Una de las formas que tengo de continuar mi aprendizaje de Tarot es seguir leyendo libros aunque ya tengo incorporado los significados básicos, releo mis apuntes, busco nuevos libros con este contenido, y también reviso los pequeños manuales que traen mis mazos. También si leo otro tipo de libros (novelas, poemas, mitos) y me encuentro con alguna situación que me recuerda un arcano me lo anoto, sea en el libro o en una libreta, para recordarme cómo se vivencia ese arcano, cómo se siente en la vida y ampliar lo que podría ser un significado “estático”. Así como hay arcanos que son muy cercanos para mí, hay otros que quizás me cuesta identificar a nivel experiencial y llevar este tipo de registro me ayuda.
Obviamente practicar diferentes esquemas de lecturas nos va a servir para ver cómo se comporta una carta en diferentes posiciones, así como también practicar la interacción entre ellas a la hora de elaborar una respuesta. Lo podemos intentar idealmente con consultas reales o inventadas para así ponernos a prueba. No es algo que hago regularmente pero debería practicarlo más. Estoy demasiado acostumbrada a interpretar desde mi vida y subjetividad los arcarnos, y para darte un ejemplo la forma en que yo puedo encarnar un caballero de bastos, dista de la forma objetiva del mismo, entonces si me quedo sólo con mi experiencia del caballero de bastos no podría comprenderlo en su totalidad. Otro ejemplo quizás más sencillo para que entiendas a lo que voy si indago en el arquetipo del Diablo dentro de mí, no es lo mismo que quizás alguien que tiene una adicción, mi expresión del diablo es diferente porque yo no estoy lidiando con esa situación, y si siempre lo interpreto desde lo que yo expreso desde mi sombra olvido todas las otras cuestiones a las que este arquetipo puede aludir que quizás en mi vida no están presentes.
Es decir, a veces, al utilizarlo tanto para auto-indagarme me olvido de lo que significan independientemente de mí subjetividad y vivencia personal. Como si le pusiera un corset personal a una fuerza impersonal, pienso que quién le lee habitualmente a otros puede tener una visión no tan sesgada, lo cual enriquece la posibilidad de “pensar fuera de la caja”. Puede que éste sea mi peor error y a lo que más debo estar atenta, de no quedarme atrapada en mi propia caja mental, para que esta herramienta me sirva más allá de utilizarlo para proyectar mi mundo interno y entenderme, para que verdaderamente me pueda guiar y asistir como consciencia fuera de mí.
Una cosa que he intentado últimamente es estudiar cada mazo, dedicándole tiempo, un mes aproximadamente para cada mazo y siempre consultar su manual. Llevar libretas para anotar cositas particulares de cada mazo. Y también sobre aquellas cosas que siento que son más complejas ej: las figuras de la corte. Investigar cada cortesano desde diferentes fuentes, libros, manuales, visiones de otros tarotistas y recopilar toda esa información en mi cuaderno para entender de manera más profunda cada representación. Me cuesta un poco después recordarlo, pero a fuerza de perseverancia me irán quedado definidos... supongo.
Los que tienen diferentes tarots podemos intentar representar las mismas lecturas con los diferentes mazos, para corroborar cómo habla cada uno, si aparece algún detalle exclusivo o si genera una impresión diferente. Aquí me detengo en observarme no sólo desde lo que sé intelectualmente, sino que me fijo en los tonos de las cartas, el clima que me transmite la lectura, la armonía, o lo disonante, trato de conectar desde la emoción y ver qué si es que aparece algún dato nuevo que pueda aportar a mi interpretación.
Aún no he logrado distinguir qué mazo me sirve para determinadas temáticas, pero está en mis planes poder lograr esta clasificación.
Otra práctica que suelo realizar es acompañar con un oráculo
mis tiradas, con lo cual me aclaran dudas en la lectura, o cierro con ese
consejo la sesión, o puedo tomarlo como la temática central de lo que me quiere
hablar la divinidad.
Dale tiempo a las lecturas, a veces acostumbrados a este mundo express e instantáneo buscamos ese entendimiento rápido y muchas veces tenemos que sacar una foto, o dejar las cartas extendidas para ir permitiendo que el mensaje vaya apareciendo a medida que vamos reflexionando sobre la carta, la posición o la pregunta en cuestión. Por eso se recomienda mucho escribir, hacer journaling con lo que indagamos.
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