Una de las cartas que solemos clasificar dentro del grupo de las "difíciles", o poco agradables. La carta del ladrón, del robo, las mentiras, el engaño, la traición o trampa.
En la representación RWS nos
encontramos con este chico que se deduce está escurriéndose en un campamento
enemigo para robarse esas espadas. Podemos percibir por la forma en la que
camina casi en puntitas de pie, observando hacia atrás, que esta intentando no
ser descubierto. Está huyendo o tratando de moverse sigilosamente pero al mismo
tiempo está ejerciendo una acción con esa sensación de “es ahora o nunca”.
Pareciera que vio la oportunidad y se lanzó a realizar la movida que él
considera como ganadora.
Si pensamos que nosotros somos representados por el grupo de personas que están detrás del personaje principal, podríamos pensar que esta carta nos advierte de estar atentos, ya que está sucediendo algo importante mientras estamos distraídos. Ahora, si somos la figura que se lleva las espadas, estamos nosotros realizando una acción para obtener un determinado resultado, sea esa acción justa o no. Encontramos aquí una connotación de inteligencia, de astucia y estrategia. También podemos pensar en el riesgo que corre nuestro personaje de haberse colado solo en territorio enemigo. Este chico lo pensó bien? Fue impulsivo? Quiso el camino fácil para asegurarse una victoria? Lo hizo por sí mismo o por todo su grupo/equipo? Al robar las espadas estamos jugando con las ideas o percepciones de los otros?
Es una carta que tiene que ver
con la honestidad, con lo que podemos compartir y lo que no con otros. Nos
están mintiendo? O nosotros mentimos? Engañamos u ocultamos a otros? O a
nosotros mismos?
Es una carta fascinante por la cantidad de aristas que se encuentran en ella, la actitud del personaje que no sabemos a veces si definirlo como alguien de quien hay que cuidarnos o si ésta jugando para nuestro beneficio advirtiéndonos de peligros que se escapan a nuestra vista. Esa falta de claridad por las diferentes interpretaciones, la hace en mi opinión una carta bastante rica en contenido.
En mí forma de verla voy a
comenzar por observarla desde el valor numérico, el hecho de que se trate de un
7 me habla de que hay algo del YO
que tiene que revisarse, reorganizarse. Recordemos que el 7 es un número
místico de suma importancia, 7 días de la semana, 7 chakras, 7 planetas en la
antigüedad eran considerados importantes, 7 notas musicales. Creo que el
desafío al que nos enfrenta el 7 en cualquiera de sus palos, es a volver a re centrarte.
Pasar desafíos y dificultades, pero para poder definirte. Y lo curioso
es que en los palos activos del RWS no hay medias tintas, es ponerse en el
campo para defender tu territorio, tu posición en el caso de los bastos.
Mientras que en los palos pasivos, en realidad, vemos como se paraliza la
acción hacia exterior. En los oros aguardamos que la cosecha esté lista,
mientras que en el palo de copas quedamos absortos en nuestras fantasías,
opciones o planes.
Y creo que es a esta doble naturaleza que nos conecta el grado 7, estar conscientes de estos dos planos en los que actuamos en mundo interior y el externo, de hecho de esta interacción surge la materia necesaria para la construcción de nuestra identidad. Si pensamos que el arcano mayor El Carro VII es conocida como la carta del Ego, esto cobra aún mayor sentido. Y quizás esas dos esfinges que aparecen en la carta representen esos dos mundos (el adentro y el afuera) que deben coordinarse para poder avanzar.
Para poder conducirnos desde una
identidad propia debemos constantemente prestar atención a ese ajuste que nos
propone la instancia 7.
En el libro "The Complete book of Tarot Recersals", aparece está concepción del 7 de espadas como la necesidad de huir de una determinada situación. Si pensamos en la secuencia 6-7-8 en este mismo palo, podemos pensar como que ese intento de alejarnos de ciertos conflictos que empezamos con el VI de espadas, al ir avanzando hacia aguas calmas pero sin poder deshacerme del bagaje de espadas, lo podemos ver como que al llegar a tierra firme algo de aquel conflicto quedo pendiente y aparece la amenaza en el VII. Algo de eso que no logramos resolver vuelve a acecharnos y puede llegar a dejarnos atrapados como le sucede al personaje del arcano VIII. Siguiendo está lógica podría interpretarlo entonces como: “eso de lo que no logramos deshacernos en el VI y que cargamos en ese viaje en balsa, hace que tenga que regresar a revisar los hechos porque hay un polizón que juega en mi contra y me sigue robando espadas (ideas)”. Sería bueno preguntarse qué asuntos tengo pendientes, qué cosas pueden convertirse en mi futuro enemigo. Como la frase de Jung “Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario…”.
Entonces pienso en ese VII de espadas como la posibilidad de re elaboración, podría ser la necesidad de búsqueda de nuevas formas de reaccionar, pensar y la posibilidad de tomar caminos de acción diferentes. Esta visión podría quedar afirmada en la propuesta de Alexter Crowley, en la cual la carta marca la influencia de la luna y la constelación de Acuario. Analizándolo desde esta perspectiva astrológica pensamos que la luna es aquella energía que marco nuestra infancia, el lugar al que estamos acostumbrados. La luna en acuario es aquella que refiere a los cortes, interrupciones, las visiones diferentes, acuario como lo revolucionario y novedoso. De aquí (aunque sé que no necesariamente se refiere la carta a esta interpretación) lo podemos ver como una reacción quizás atípica. En este sentido es que podríamos además de identificarla con el robo, verla como ese momento de redefinición de nuestras propias estrategias. Un momento de actualización de todo aquello que resulta inútil para nuestro avance y evolución.
¿Qué interpretaciones alternativas encontraste en este arcano?
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