Crear un Altar
Como yo lo entiendo un altar es
crear un espacio para apartarte del ritmo cotidiano y tareas diarias, puede ser
el lugar en el que te dediques a hacer tu magia si es que haces rituales, o
para orar o conectarte con las consciencias con las que trabajes o ancestros.
En lo personal no tengo un altar, pero si lo tuviera no es que seguiría reglas
específicas sobre cómo colocar las velas, o qué tipo de objetos poner. La única
regla que seguiría sería la de poner todo aquello que me inspire, y mantenerlo
limpio ordenado. ¿Por qué? Porque dedicaría ese lugar a que sea mi lugar de
reunión con Dios así que el hecho de que este ordenado y limpio, es una forma
de ser un buen anfitrión. Pensémoslo como que lo estoy invitando a mí casa, y
cuando tenemos un invitado (amigo, familiar, etc) generalmente queremos que se
sienta cómodo y a gusto. Además según Marie Kondo el orden afuera es orden
adentro, y quizás si buscas un espacio para que tu alma pueda revelar mayores
insigth el orden, los aromas, los colores que utilicemos van a estimular
estados de relajación, o también para lograr estar concentrados en caso de que
hagas algún ritual allí. En realidad todo es muy subjetivo, porque quizás alguien
que trabaje con la magia del caos no necesita que esté todo muy pulcro, va a
depender de tu gusto personal, de lo que quieras intencionar y de con quién
quieras trabajar (me refiero a que cada uno va a elegir objetos, sea una
estatuillas, imágenes, etc).
Aquí te comparto algunos ejemplos diferentes de altares que encontré en Tumlr, Pinterest, Google. Como verás hay mucha diversidad, los hay más minimalistas, o más cargados de objetos, algunos con sus figuras referentes de las religiones a las que son adeptos y otros más desde un mix religioso-cultural.
Yo no necesito imágenes porque para mí dios es uno, y no tiene representación así que no necesito una estatuilla en particular. Así practico mi religión, lo que podríamos decir mis bases cristianas, a pesar de que amo la mitología de otras culturas, en mi practica particular soy adepta a que Dios es uno. Y más que magia en sí misma, lo que hago es meditar, orar, ese tipo de cosas.
Podrías poner fotos, elementos
que te inspiren, objetos que consideres mágicos y que te sean de utilidad para
lo que quieras realizar en ese espacio que al fin y al cabo es tu espacio. Hay
quien lo utiliza de visión board, o para dedicarse a hacer trabajo de
introspección journaling o tiradas de tarot (sí ya sé, esto no es muy cristiano,
no me juzgues).
Lo que me parece genial de tener
un altar es la posibilidad de desplegar tu creatividad y personalizarlo a la
manera que más haga sentido con tus gustos personales y práctica.
Ahora un tema que me parece
importante destacar, es sobre el hecho de que quizás por momentos al ver
altares en redes o cierta estética que se pone de moda por momentos, pude que
caigamos en la trampa de querer tener ciertas cosas, o sentir que si no las
tenemos no podemos conectar. No importa si no tenes el espacio físico para
montar tu altar, no importa si no tenes dinero para comprar x objeto que creas
que es imprescindible, no necesitamos que esto se trate de ostentación. Podes crear
ese espacio en tu imaginación y dedicarte unos minutos a hacer una especie de
visualización donde coloques todo tu amor, tu devoción a quien le dediques y
hagas allí tu ofrenda o lo que sea que practiques. Esta idea me la dio el libro
de Hania Czajkowski y me pareció genial, porque a veces quedamos atrapados en
esta exigencia estética que se nos impone y quizás hasta sufrimos porque no
conseguimos el japa mala del Himalaya o el buda de tres metros que sale una
millonada. En el libro ella nos enseña tres métodos de oración con lo que sería
el rosario de la Conspiración del Alquimista, y hacer el ejercicio junto con la
autora, es decir seguir sus indicaciones durante nueve días de ir a este
espacio en mi imaginación fue realmente lindo. Además de que ejercitamos
nuestro hemisferio derecho con la imaginación activa.
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